El estrés habitual representa un riesgo potencial de desequilibrio en las personas afectadas de trastorno bipolar.
QUÉ ES EL ESTRÉS Y CÓMO PODEMOS ALIVIARLO
El estrés es una experiencia habitual en la vida de toda persona. Básicamente es una respuesta fisiológica del organismo vitalmente necesaria para afrontar situaciones que vivimos como peligrosas o amenazadoras. El cuerpo se activa instintivamente y se pone en estado de defensa concentrando todas sus energías para reaccionar a ese peligro; todo ello tiene especial interés en los casos que se juntan estrés y trastorno bipolar.
Igualmente, cuando ese mal momento se acaba, se ponen en marcha una serie de mecanismos para recuperar el equilibrio perdido.
El estrés se convierte en un problema psicológico cuando esta reacción del organismo se vuelve demasiado intensa o desproporcionada al estímulo que la provoca, y sigue activa cuando ese peligro ha desaparecido o interpretamos como peligroso algo que no lo es.
En estas circunstancias se desencadena la misma reacción fisiológica que si el peligro fuera real, pero al estar en una realidad segura que no necesita este despliegue de defensas es más difícil descargar físicamente toda esa energía liberada.
Todos tenemos experiencias de estrés en mayor o menor grado relacionadas con situaciones por las que transitamos, y podemos sentir cómo nos desgastan y nos agotan. Nuestra sociedad occidental fomenta el estrés, y lo normaliza de tal forma que nos hemos acostumbrado a vivir con niveles de estrés muy superiores a los que nuestro organismo puede soportar. De cómo lo gestionamos depende nuestra salud a corto, medio o largo plazo.
En las personas afectadas de trastorno bipolar el estrés suele presentarse en mayor proporción debido a las características de la enfermedad. Hay una percepción objetiva (la sintomatología de la enfermedad) y una percepción subjetiva (el temor de las consecuencias de la enfermedad) que suelen generar una importante carga de estrés y ansiedad.
Y qué podemos hacer para cuidarnos de este estrés estresante?
La cuestión es que podemos aprender a reconocerlo y modularlo. Por ello a continuación compartimos una serie de sugerencias que si las practicas pueden ayudarte a reducirlo:
- Haz una pausa al día. Regálate unos minutos para respirar profundamente. Mientras lo haces relaja el cuerpo y la mente. Al ralentizar la respiración y regular la ingesta de oxígeno, se pueden calmar los niveles de estrés.
- Practica alguna actividad física de forma regular, caminar, correr, bailar, un deporte, o alguna actividad psico-físico-espiritual, como yoga, tai-chi, xi-kung, meditación. (Véase también https://www.rehabilitaciontrastornobipolar.es/noticias/actividad-fisica/ )
- Trata de comer alimentos saludables y comidas equilibradas.
- Evita el consumo excesivo de alcohol, drogas o redes sociales.
- Procura mantener unas rutinas diarias que pongan orden en tu vida cotidiana. Especialmente en el ritmo adecuado del sueño.
- Relájate dedicando algún tiempo a actividades que disfrutes.
- Comunícate con los demás. Tomarse un tiempo para acercarse y conectarse con otros es importante para nuestra salud mental. Al hablar con un amigo o un familiar, compartimos nuestras emociones y experiencias, brindamos o recibimos apoyo. Esto ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad al mismo tiempo que apoya los sentimientos de bienestar. Planifica encuentros presenciales o virtuales con personas que consideres beneficiosas para ti.
- Un ejercicio interesante es preguntar a alguien de confianza qué les ayuda a gestionar situaciones de estrés, para así ir ampliando nuestros recursos.
- Si te encargas de cuidar alguna persona de tu entorno, procura mantener un equilibrio y no olvidarte de ti mismo.
- Cuida de tu comunidad en la medida de tus posibilidades. Brindar algún tipo de apoyo social puede contribuir a fortalecerse uno mismo y a tu comunidad.
- Busca ayuda profesional si crees que lo necesitas. Cuando el estrés nos desborda es difícil mantener la calma y la perspectiva necesaria para afrontarlo de forma constructiva. Puede ayudarte a desentrañar y tratar las causas que lo originan.
- Recuerda a Epicteto: “No es lo que nos pasa lo que nos hace sufrir, sino lo que nos decimos sobre ello”.
En definitiva, lidiar con el estrés de manera saludable te fortalecerá a ti, a tus seres queridos y tu comunidad.
Os paso un enlace al programa de TV2, Redes, de Eduardo Punset, dedicado al estrés. Es media hora repartida en tres vídeos que ilustran el tema de forma muy amena e interesante.