En la nota anterior de 20 de marzo comentaba las ventajas de añadir un puñado de nueces en la dieta de una persona que padece trastorno bipolar; hoy hablaremos del pescado.
Los ácidos grasos omega 3 son constituyentes de la mielina que protege a las neuronas (la mielina seria el forro y la neurona el cable por el cual pasa el impulso eléctrico, de forma que sin forro las neuronas se cortocircuitarían) y son imprescindibles para formar las prostaglandinas que son sustancias biológicas que tienen muchas funciones en el cuerpo humano, como por ejemplo potenciar la inmunidad y en el sistema nervioso central regulan el funcionamiento de los neurotransmisores. Hablando de enfermedades, se ha encontrado que en la depresión hay un nivel bajo de prostaglandinas.
Además de las nueces ¿Dónde más podemos encontrar los ácidos grasos omega 3? Principalmente en el pescado azul: salmón, atún, arenque, caballa, sardina, anchoa o boquerón.
En cuanto a la frecuencia de la ingesta de pescado la recomendación de los científicos seria de al menos 3 veces a la semana, para conseguir disponer de los ácidos grasos omega 3 que necesita el organismo.
Finalmente mencionar que los huevos no contienen ninguna cantidad de omega 3 y sin embargo en algunas granjas las gallinas son alimentadas con pienso enriquecido con ácidos grasos omega 3, lo cual da lugar a que las yemas de los huevos contengan ácidos grasos omega 3. No obstante si consideramos una ración formada por dos huevos enriquecidos, resulta que contienen una cantidad notablemente inferior a lo que sería una ración de alguno de los pescados que he citado anteriormente. Para más detalles véase el texto del dietista Juan Revenga
También hay leche enriquecida con omega 3, así como galletas que habitualmente tienen concentraciones bajas, por lo que es mejor el consumo de alimentos originalmente ricos en omega 3 (pescado azul, nueces, etc.). Además estos productos enriquecidos que se encuentran en el mercado español resultan caros comparados con los alimentos originales
En conclusión la recomendación de hoy es incorporar como hábito en aquellas personas que padecen un trastorno bipolar la comida de pescado (mejor azul) con una frecuencia de al menos tres veces a la semana.