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Amor y trastorno bipolar

En esta ocasión publicamos una carta de amor que dirige una persona a su pareja que padece trastorno bipolar, y que sufre una crisis grave por la que es ingresado en un hospital. Pensamos que su contenido encierra una especial belleza… Así mismo queremos agradecer a la autora que haya querido compartir esta carta de amor, cuyo texto resulta intimo y luminoso a la vez.

 

Carta de Amor

Palma, 14 febrero 2019

Amado:

 

En primer lugar decirte que, T’ESTIM MOLT.

Cuando hace ya diez meses, me decías “cariño espérame”, te quiero mucho. No pude imaginar ni por un momento, donde te llevaría este viaje. Desgraciadamente no tardaría mucho en averiguar el itinerario y la travesía inexorable que ibas a iniciar.

Un camino al abismo, a la desconexión de la realidad, al caos en tu mente, al descontrol de tus pensamientos y sentimientos e incluso de tus funciones más elementales que hacían que cada día fueras perdiendo poco a poco la dignidad y las fuerzas.

Tus ojos vacíos, tus manos temblorosas, tu palabras, a veces lúcidas otras veces casi sin sentido, tus pequeñas mentiras, pequeños engaños que intentaban darle cierto sentido a todo. Y yo desde fuera, sin poder acceder a tu mente atormentada, intentando conservar algo de cordura en todo este mar de dolor, impotencia y desconocimiento, me iba consumiendo y adaptando a una realidad, insospechada hacía tan solo 2 días, antes de tus palabras de despedida.

Somos una pareja madura, vieja para muchos. Aun así y por estas “causalidades” de la vida nos hemos encontrado. Viniendo de lugares muy distintos y distantes, los dos con una mochila personal cargada y pesada. Pero nos cogimos de las manos nos miramos a los ojos y supimos casi al instante que no era un encuentro de egos sino un re- encuentro de almas.

La mayoría de personas de mi entorno no entiende ni aprueba que te siga esperando. A mi edad, dicen, “después de todo lo que has sufrido en la vida, de separarte, de enviudar, ahora es hora de estar tranquila, no de estar pendiente de otra persona enferma. Y además de una enfermedad mental” Por lo que me siento también sola sin poder apoyarme ni contar lo que me pasa. Descubriendo así y sin haberlo pensado antes que de alguna manera, estoy compartiendo prisión contigo.

También he reflexionado sobre todo. La situación, aunque muy dura, me ha hecho crecer y darme cuenta de todo lo que siento realmente por ti. He pensado también, lo incomprendidos que son las personas que padecen este tipo de enfermedades, lo solos y aislados que se encuentran, lo solos aislados e incomprendidos que nos encontramos las personas que las queremos. Pensaba también, que si vieran que se te cae el pelo, todos sabrían a que tipo de enfermedad te enfrentas y sentirían cierta ternura por ti y la situación que se sabe atraviesa todo tu entorno. Pero los enfermos mentales, se os encierra, sois fácilmente manipulables y vivís en un infierno de soledad e incomprensión.

Después me di cuenta, de donde ibas a marcharte, entendí que no podríamos seguir haciendo todas las cosas que nos gusta mucho compartir, cocinar, pasear con nuestra mascota, vernos con nuestros amigos, conversar, nos gusta muchísimo conversar y siempre y por encima de todo sentarnos frente al mar, a cualquier hora, los amaneceres, los anocheceres. Siempre el mar

Te despedías porque sabias que yo no iba a poder acompañarte, pero también querías que supiera que ibas a volver, solo pedías que yo esperara para poder continuar la vida donde la dejamos en su momento.

Después de una travesía de esta magnitud nunca nada puede ser igual que antes, pero siempre que se abre una pequeña ventana de lucidez en tu mirada me miras a los ojos me coges de las manos con el temblor existencial que ahora te acompaña y me dices

“MI VIDA, CUANDO SALGAMOS DE ESTA, VAMOS A SER UNA PAREJA INVENCIBLE”

Aquí estoy cariño mío esperando tu regreso, con las manos entrelazadas y con la certeza inquebrantable que volverás de este largo viaje, más sabio y fuerte que antes y la convicción que, aunque no es nada fácil vale la pena seguir esperándote

T’ESTIM MOLT

LIDA

 

Creemos que es una oportunidad hablar del amor profundo que personas sienten por otras afectadas de trastorno bipolar. Tal vez como decía un afectado «prefiero ser amado que comprendido».

Finalmente recomendar el libro de Cynthia G. Last psicóloga y afectada de trastorno bipolar que analiza las relaciones de pareja cuando uno de los miembros está afectado por el trastorno; cuyo titulo es: Cuando un ser querido es bipolar