En la nota anterior hablé de la adicción, comentando concretamente algunas características de la adicción al alcohol; en la presente nota explicaré algunos rasgos de la adicción al sexo y el trastorno bipolar.
En primer lugar es conveniente recordar que la persona que padece un trastorno bipolar con las características descompensaciones maniacas o hipomaniacas y/o depresivas transita por estados emocionales que se caracterizan por tener intensidades extremas tanto desde un sentido negativo como desde un sentido positivo. Es por ello congruente que la persona afectada viva desde la total ausencia de deseo sexual hasta un deseo sexual tremendamente intenso e incoercible, según sea el estado emocional en que se encuentre. Por otra parte la incidencia de adicción al sexo en personas que padecen trastorno bipolar no se conoce con exactitud, habiéndose publicado distintas estimaciones.
Por otra parte es importante comentar que no existen criterios “fijos” de normalidad en relación a la sexualidad humana, ya que dentro de una cultura determinada se encuentran comportamientos muy variados en relación a la sexualidad. Y si además tenemos en cuenta los estudios antropológicos realizados desde 1935 (véase Margaret Mead “Sexo y temperamento en tres sociedades primitivas”) podemos encontrar una gran variabilidad de la conducta sexual en los humanos según en la cultura en que vivan.
¿Qué es la adicción al sexo?
Desde 1983 está definida, de forma consensuada, la alteración denominada como adicción al sexo, entre cuyas características sólo mencionaré algunas de las más llamativas: Cuando la persona padece una adicción al sexo, el contacto sexual que mantiene lejos de mejorarle el estado de ánimo, vuelve a situarlo rápidamente en el estado previo de sentimientos negativos (desesperación, desesperanza, etc.). Las personas afectadas de adicción al sexo suelen descuidar las medidas de higiene y prevención en su comportamiento sexual, a menudo promiscuo, con lo que presentan una incidencia elevada de enfermedades de transmisión sexual. Así mismo la persona adicta al sexo invierte mucho tiempo en esas conductas furtivas, lo cual se suele traducir en problemas en su vida personal o familiar o laboral.
En la actualidad la comunidad científica manifiesta, que una actividad sexual extrema, como es la adicción al sexo, está relacionada con un comportamiento compulsivo y que este responde más a la necesidad de liberar estrés que a la de experimentar placer.
Es importante añadir que la adicción al sexo tiene cura, para ello es conveniente acudir a un psicólogo clínico, de forma que el apoyo especializado puede tratar la adicción y devolver bienestar emocional al interesado.
Finalmente añado el enlace correspondiente a un video en el que entrevistan a la psicóloga y sexóloga Jeannette Raifer titulado ¿Eres un adicto al sexo?